Pulso Económico Regional - III trimestre de 2025
Los indicadores del Pulso Económico Regional y su informe se construyen a partir de sondeos a empresarios y directivos a quienes se les pregunta sobre la percepción de la dinámica de su actividad económica en el comparativo anual, y de información estadística disponible. Es elaborado por la Sección Economías Regionales del Departamento Técnico y de Información Económica del Banco de la República. El contenido es responsabilidad de los autores y no compromete al Banco de la República ni a su Junta Directiva.
Durante el tercer trimestre de 2025 todas las economías regionales habrían registrado crecimiento anual. Antioquia se mantuvo con el mayor dinamismo económico, superando su desempeño del trimestre anterior. Bogotá, Suroccidente Nororiente y Central Cafetera habrían acelerado su ritmo de crecimiento, impulsadas por el comercio y la industria.
El indicador del Pulso Económico Regional (PER) sugirió que la economía nacional habría registrado un crecimiento anual durante el tercer trimestre de 2025 (Gráfico 1). Este resultado agregado estaría explicado por el comportamiento positivo de todas las economías regionales, destacándose Antioquia que presentó una variación anual superior al resto del país y habría superado el aumento del segundo trimestre (Gráfico 2).
Promedio trimestre móvil

La mayoría de las regiones habrían mostrado incrementos superiores a los del trimestre anterior. En el caso de Antioquia, el crecimiento estaría vinculado a la dinámica del consumo interno, que habría impulsado avances en todas las actividades de seguimiento, según las percepciones de los empresarios de la región. Este mismo impulso del consumo habría favorecido el desempeño de Suroccidente, Nororiente, Central Cafetera y Bogotá, reflejado en mayores ventas del comercio interno, aumento de la producción industrial y de los desembolsos de crédito. Por su parte, el indicador de Caribe mantuvo un resultado positivo, explicado por el comportamiento del comercio y la manufactura, a pesar de la caída de la actividad agropecuaria, afectada por problemas fitosanitarios en algunos cultivos. En contraste, Llanos Orientales habría registrado el menor crecimiento, debido a las afectaciones del invierno sobre la producción agrícola e industrial, además del paro arrocero de julio y el cierre de la vía al Llano por derrumbes.

Por actividades, el comercio presentó el mayor crecimiento (Gráfico 3). Las ventas estarían jalonadas por campañas promocionales, más acceso al crédito y el dinamismo del turismo nacional, según las percepciones recogidas. Entre las líneas de productos, los bienes durables —como tecnología, electrodomésticos, vehículos y motos— habrían presentado los mayores incrementos, junto con el vestuario. Por su parte, la hotelería habría mostrado un aumento asociado a la realización de eventos, aunque su ritmo seguiría moderado por la preferencia de los usuarios hacia otras modalidades de alojamientos. La industria mantuvo su crecimiento, apoyada en el ascenso de la demanda, la captación de nuevos clientes y mejoras operativas. Sobresalieron los resultados de la fabricación de alimentos, químicos y motocicletas. En el sector agropecuario, la producción habría aumentado gracias a condiciones climáticas favorables en varias regiones. Finalmente, la venta de vivienda nueva habría crecido estimulada por la disponibilidad de subsidios locales y la reducción de las tasas de interés.



























