Boletín Económico Regional: Suroriente, II trimestre de 2025
El Boletín Económico Regional es una publicación de la Sección Economías Regionales, Departamento Técnico y de Información Económica, Banco de la República. Las opiniones y posibles errores son responsabilidad exclusiva de los autores y no comprometen al Banco de la República ni a su Junta Directiva.
La economía de Suroriente presentó resultados mixtos durante el segundo trimestre de 2025. La producción de petróleo se redujo, afectada por los menores precios internacionales, bloqueos en las vías y daños en la infraestructura de oleoductos. El sector de la construcción se contrajo, aunque la venta de vivienda nueva aumentó, mientras que el transporte terrestre de carga disminuyó consecuencia de cierres viales. En contraste, el sector agropecuario mostró un desempeño positivo, favorecido por condiciones climáticas con abundantes precipitaciones y mayor consumo de proteína animal. Por su parte, el comercio minorista mostró señales de recuperación, en un entorno económico favorable. La inflación en Villavicencio se redujo favorecida por una mayor oferta de alimentos y avances en energía hidroeléctrica. Asimismo, la tasa de desempleo descendió, aunque la mayoría de los nuevos ocupados se ubicaron en el segmento informal.
La producción agrícola mostró resultados positivos, destacándose la oferta de arroz y palma de aceite, favorecida por abundantes lluvias, y de yuca y plátano. En paralelo, el sacrificio bovino y porcino procedente de la región registró aumento, estimulado por un mayor consumo de proteína animal.
La actividad petrolera registró una disminución, influenciada por la caída del precio del crudo de referencia Brent, en un entorno de presiones geopolíticas. A nivel nacional, diversos factores interrumpieron las etapas del proceso productivo, entre ellos bloqueos en campos de extracción, una menor perforación de pozos en desarrollo y afectaciones a la infraestructura, lo que limitó el desempeño del sector.
En el comercio se reportó una mejora en las percepciones empresariales sobre el crecimiento de las ventas, apoyada en condiciones económicas más favorables y una menor presión inflacionaria. Sin embargo, la ocupación hotelera se vio afectada por cierres viales, el paro arrocero, el aumento en las tarifas y la reducción de eventos corporativos.
