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La pandemia del COVID-19 alteró significativamente la manera en que los comercios llevan a cabo su actividad económica. Los confinamientos preventivos, las restricciones sanitarias y el temor de los agentes frente al contagio, obligó a los comercios a buscar otras formas de operar a través de servicios domiciliarios, comercio en línea y aceptación de distintos instrumentos y canales de pago electrónicos alternativos al efectivo.

Como lo evidencian los resultados de la encuesta de pagos realizada por el Banco de la República a finales de 2020 y consignados en el trabajo de Carlos Arango, Rocío Betancourt, Manuela Restrepo y Germán Zuluaga, investigadores del Banco de la República, el 50 % de los comercios encuestados ha adoptado algún instrumento o canal de pago electrónico. Más aún, el 26,1 % de la adopción de estos servicios se dio como consecuencia de la pandemia. Así mismo, el 51,4 % de los comercios encuestados reportó haber tenido un aumento en sus ventas electrónicas frente a las efectuadas en efectivo en esta coyuntura, con tendencias similares en todos los sectores (Gráfico 1).

Gráfico 1. Variación de los pagos electrónicos frente al efectivo durante la pandemia por sector comercial (Porcentaje)

Salud, deporte y belleza: han aumentado 60,5%, permanecido igual 29, 3% y disminuido 10,2%. Tecnología: han aumentado 55,5%, permanecido igual 30,1% y disminuido 14,4%.
Vehículos, autopartes y servicio técnico automotriz: han aumentado 54,1%, permanecido igual 26,3% y disminuido 19,5%. Electrodomésticos y hogar: han aumentado 53,9%, permanecido igual 24,2% y disminuido 21,8%. Alimentos, bebidas y abarrotes: han aumentado 52,5%, permanecido igual 35,5% y disminuido 11,9%. Servicio de transporte y otros: han aumentado 49,8%, permanecido igual 33,4% y disminuido 16,8%. Vestuario y calzado: han aumentado 46,6%, permanecido igual 28,8% y disminuido 24,7%. Bares, restaurantes y hoteles: han aumentado 41,1%, permanecido igual 38,5% y disminuido 20,4%.

Fuente: Serie Borradores de Economía, Número 1180, Banco de la República.

El menor uso del efectivo se evidencia también al calcular la relación de retiros en efectivo (avances más retiros con tarjetas) al consumo privado, cuyo promedio trimestral pasó de ser 30,2 % en el período 2015-2019 a ser 24,6 % en el período de pandemia 2020-2021 (Gráfico 2).

Gráfico 2. Retiros y avances en efectivo como proporción del consumo privado

Primer trimestre 2015: 28,8%; segundo trimestre 2015: 29:3%; tercer trimestre 2015: 29,7%; cuarto trimestre 2015: 30,2%. Primer trimestre 2016: 28,6%; segundo trimestre 2016: 29,7%; tercer trimestre 2016: 30,4%; cuarto trimestre 2016: 31,4%. Primer trimestre 2017: 29,8%; segundo trimestre 2017: 30,7%; tercer trimestre 2017: 31,4%; cuarto trimestre 2017: 31,9%. Primer trimestre 2018: 30,5%; segundo trimestre 2018: 31,2%; tercer trimestre 2018: 30,7%; cuarto trimestre 2018: 31,1%. Primer trimestre 2019: 29,2%; segundo trimestre 2019: 29,7%; tercer trimestre 2019: 29,5%; cuarto trimestre 2019: 30,0%. Primer trimestre 2020: 27,9%; segundo trimestre 2020: 23,4%; tercer trimestre 2020: 23,0%; cuarto trimestre 2020: 27,2%. Primer trimestre 2021: 24,7%; segundo trimestre 2021: 21,3%.

Fuente: Cálculos con base en cifras de la Superintendencia Financiera y DANE.

El salto en la aceptación de pagos electrónicos, sin embargo, reveló una realidad importante sobre la oferta de estos servicios. Las necesidades digitales creadas por la pandemia han sido suplidas en buena medida por instrumentos y canales electrónicos alternativos a los asociados a las tarjetas de pago.

La encuesta muestra que el 41,1 % de la adopción de trasferencias a través de aplicaciones móviles1 es atribuible a la pandemia, lo que contrasta con menos de un 22 % en el caso de las tarjetas (Gráfico 3). Así mismo, el 60,1 % de los canales e instrumentos electrónicos adoptados durante la pandemia están asociados a transferencias electrónicas (por aplicaciones móviles o página web de los bancos) y no a tarjetas. Estos resultados se deben en parte a que las ventas a través de tarjetas implican el pago de comisiones y retenciones impositivas (Retefuente y Reteica) que no necesariamente se dan de la misma forma a través de mecanismos alternativos de pago.

Gráfico 3. Comercios que habilitaron los siguientes canales de pago como consecuencia de la pandemia (Porcentaje)

Transferencias a través de aplicación móvil: 41,1%. Pasarelas de pagos digitales: 38,8%. Pagos mediante tecnología QR: 34,7%. Pagos en línea a través de PSE: 33,0%. Transferencias bancarias directas: 26,3%. Pagos a través de empresas de giros de remesas: 25,0%. Pagos con tarjetas a través de aplicación móvil: 22,0%. Consignación en efectivo; 20,9%. Pagos sin contacto en datáfonos: 17,7%. Pagos con tarjeta mediante datáfono: 11,6%.

Nota: Muestra expandida. Comercios que teniendo habilitado el canal reportan que lo habilitaron como consecuencia de la pandemia.
Fuente: Serie Borradores de Economía, Número 1180, Banco de la República.

Los altos costos de las tarjetas son una barrera importante en su adopción. En efecto, solo un tercio de los comercios encuestados considera que operar con tarjetas es menos costoso que operar en efectivo, mientras que el 67 % considera que las ventas a través de trasferencias electrónicas por aplicaciones móviles son menos costosas que las efectuadas en efectivo (Gráfico 4). No obstante, dos terceras partes de los comercios reconocen que aceptarlas podría aumentar sus ventas.

Gráfico 4. Percepciones sobre los atributos de los distintos instrumentos de pago (Porcentaje)

Tarjeta débito con datáfono: menos costoso que el efectivo, 40,7%; aumenta las ventas totales, 66,6%; menos riesgoso que el efectivo, 61,9%; más eficiente que el efectivo, 56,4%. Tarjetas crédito con datáfono: menos costoso que el efectivo, 33,7%; aumenta las ventas totales, 65,2%; menos riesgoso que el efectivo, 55,5%; más eficiente que el efectivo, 51,9%. Pagos a través de aplicaciones móviles: menos costoso que el efectivo, 67,0%; aumenta las ventas totales, 64,0%; menos riesgoso que el efectivo, 63,8%; más eficiente que el efectivo, 55,7%. Cheque: menos costoso que el efectivo, 49,8%; aumenta las ventas totales, 28,7%; menos riesgoso que el efectivo, 40,4%; más eficiente que el efectivo, 15,1%.

Nota: Muestra expandida. Las diferencias son estadísticamente significativas al 1 %.
Fuente: Serie Borradores de Economía, Número 1180, Banco de la República.

En un estudio complementario, Carlos Arango, Rocío Betancourt y Manuela Restrepo, encuentran, para el caso colombiano, que las tarjetas débito y crédito son 2,7 veces más costosas que el efectivo, y sus costos son relativamente mayores en el caso de los micro comercios. Esto debido principalmente a que las comisiones representan más de dos terceras partes de sus costos de procesamiento. Además, muestran que las comisiones cobradas actualmente por la industria se encuentran por encima de los niveles considerados como óptimos para el bienestar de los usuarios finales. No es de extrañar entonces que la encuesta del 2020 revele que más del 60 % de los comercios que aceptan estos instrumentos de pago usen estrategias como descuentos en efectivo y montos mínimos o sobrecargos por pagos con tarjeta para que se les pague en efectivo (Gráfico 5).

Gráfico 5. Comercios que utilizan estrategias para promover pagos en efectivo por tamaño (Porcentaje)

Alguna estrategia: comercios medianos y grandes, 37,6%; comercios pequeños, 57,7%; microcomercios, 60,6%. Descuentos por pago en efectivo: comercios medianos y grandes, 26,1%; comercios pequeños, 43,5%; microcomercios, 53,2%. Monto mínimo de venta para el uso de tarjetas: comercios medianos y grandes, 15,3%; comercios pequeños, 28,3%; microcomercios, 27,4%. Sobrecargo por pagos con medios electrónicos: comercios medianos y grandes, 2,6%; comercios pequeños, 10,7%; microcomercios, 10,7%.

Nota: porcentaje calculado respecto a los comercios que aceptan tarjetas débito y crédito.
Fuente: Serie Borradores de Economía, Número 1180, Banco de la República.

La proliferación de opciones de pago electrónicas alternativas a las de las tarjetas, es una señal positiva de que los avances tecnológicos y los incentivos de mercado están a favor de la entrada de proveedores de servicios de pago de menor costo que los ofrecidos por los esquemas tradicionales. No obstante, la aún limitada aceptación de pagos electrónicos y la falta de integración entre los nuevos proveedores de estos servicios llevan a que los colombianos continúen prefiriendo el efectivo para hacer sus pagos, representando el 78,5 % de las ventas de los comercios (Grafico 6). Será pertinente entonces continuar monitoreando los avances en la aceptación y uso de los pagos electrónicos y la consolidación en la reducción del uso del efectivo inducida por la pandemia.

Gráfico 6. Ventas en pesos y número de transacciones por instrumento de pago (Porcentaje)

Efectivo: valor de las ventas, 78,5%; número de transacciones, 78,4%. Transferencias electrónicas (aplicaciones móviles y transferencias en línea): valor de las ventas, 9,3%; número de transacciones, 9,6%. Tarjeta débito con datáfono: valor de las ventas, 6,1%; número de transacciones, 6,3%. Tarjeta crédito con datáfono: valor de las ventas, 5,0%; número de transacciones, 5,0%. Cheques: valor de las ventas, 0,7%; número de transacciones, 0,7%. Otros, tales como bonos: valor de las ventas, 0,2%; número de transacciones, 0,2%.

Nota: Muestra expandida. Diferencias entre tamaños son significativas con a<0,01.
Fuente: Serie Borradores de Economía, Número 1180, Banco de la República.


1. La encuesta hace referencia a transferencias entre cuentas a través de aplicaciones móviles tales como Daviplata, Nequi o Movii.