Moderado crecimiento del empleo y la dinámica de las transiciones entre ocupados

Autor o Editor
Bonilla, Leonardo (Editor)
Flórez, Luz Adriana
Hermida, Didier
Lasso-Valderrama, Francisco Javier
Morales, Leonardo Fabio
Pulido, Karen
Pulido, José David

La serie de Reportes del Mercado Laboral (RML) es una publicación trimestral del Grupo de Análisis del Mercado Laboral (Gamla) del Banco de la República, creado en 2017. Las opiniones y posibles errores son responsabilidad exclusiva del autor y sus contenidos no comprometen al Banco de la República ni a su Junta Directiva.

El objetivo de esta serie es ampliar la discusión y entendimiento sobre la coyuntura del mercado laboral colombiano, ofreciendo información pertinente para el público en general. Adicionalmente, esta serie busca una mejor aproximación con las diferentes audiencias, sobre resultados valiosos de investigaciones recientes sobre este tema y pertinentes para la labor del Banco de la República como son los temas relacionados con la fluidez del mercado laboral, la tasa de desempleo estructural, los impactos de impuestos a la nómina, los pronósticos de la tasa de desempleo, e indicadores líderes del mercado laboral, entre otros.

Fecha de publicación

A finales de 2021 el mercado laboral muestra signos de una recuperación lenta, a un ritmo notablemente inferior que el de la actividad económica. Con cifras desestacionalizadas de la encuesta de hogares, la creación de empleo en el agregado nacional registró una pausa en octubre y noviembre, principalmente por una contracción de la ocupación en las zonas rurales y cabeceras intermedias, mientras que el empleo de las ciudades se expandió ligeramente. Así, el número de ocupados en el país se mantiene en cerca de un millón de empleos por debajo de los niveles observados al inicio de la pandemia. Los segmentos de empleo no asalariado e informal, que enfrentan menores costos de contratación, registran una recuperación más rápida que sus contrapartes asalariada y formal, y sus niveles ya se encuentran en valores cercanos a los que tenían antes de la pandemia. No obstante, otras mediciones de empleo formal derivadas de registros administrativos sugieren un mayor dinamismo en este segmento. Por su parte, los índices de vacantes, que sintetizan la demanda de nuevos puestos de trabajo en el sector formal, señalan comportamientos mixtos, con algunas mediciones que alcanzan los niveles más altos de las series, y otras anquilosadas en valores similares a los prepandemia. En todo caso, las señales de incrementos en las vacantes no se traducen en aceleración de la creación de empleo, en parte por la presencia de cuellos de botella para la contratación, según lo manifiestan los empresarios. Parte de este problema podría asociarse a la falta de reasignación sectorial del trabajo, la cual no se aceleró, a pesar del choque heterogéneo por sectores que implicó la pandemia.

Por el lado de la oferta laboral, luego de la importante contracción que sufrió la participación al inicio de la pandemia y de su posterior recuperación a la par de la reapertura gradual de la economía, esta completa un año sin aumentos sustanciales. Este comportamiento, junto con la menor dinámica en la creación de empleo, llevó a que en los últimos meses la tasa de desempleo (TD) nacional se mantuviera relativamente estable. Al desagregar las cifras de desempleo se observa que, no obstante alguna corrección en los últimos meses, aún se conservan las significativas heterogeneidades que acentuó la crisis sanitaria, principalmente entre hombres y mujeres. Dadas las previsiones en materia de crecimiento económico del equipo técnico del Banco de la República para 2022, los pronósticos ubican la TD nacional entre el 10,5 % y 13,0 % en promedio para dicho año (con un 11,7 % como valor central). Por su parte, las estimaciones de la tasa de desempleo no inflacionaria (Nairu) sugieren una brecha de desempleo urbana que, si bien sigue siendo positiva para 2022 en promedio (0,3 pp), es menor a la estimada en 2021. Estas estimaciones indicarían que el mercado laboral estaría cada vez menos holgado, disipando las presiones desinflacionarias que se generaban al inicio de la pandemia. Esto, junto con un incremento del salario mínimo real por encima de las medidas de productividad laboral disponibles, podría activar presiones al alza en la inflación vía costos salariales.

Este reporte se divide en dos secciones. En la primera se profundiza en los hechos coyunturales del mercado laboral anteriormente descritos. En la segunda se estudia el comportamiento reciente de dichas reasignaciones sectoriales y ocupacionales dentro de la fuerza laboral. La evidencia, basada en los datos de PILA y de las encuestas de hogares, indica que durante la pandemia no se observa un incremento de la reasignación de trabajadores entre sectores u ocupaciones. En efecto, tanto las tasas de rotación o churning, como la tasa de transiciones entre empleos de distintos sectores y el porcentaje de desempleados que buscan oficios distintos se encuentran por debajo de lo registrado antes de comenzar la pandemia. Lo anterior sugiere que este canal no generaría presiones para el desplazamiento de la curva de Beveridge agregada de la economía.