El gerente general del Banco de la República, Juan José Echavarría, presenta: “Informe sobre Inflación” -

Fecha de publicación:
13:11

1. INFLACIÓN

En julio de 2017, la inflación anual total al consumidor se situó en 3,4%, y el promedio de las cuatro medidas de inflación básica en 4,9%, cifras inferiores a las registradas un mes atrás. Dicho comportamiento se explica en gran parte por la rápida desaceleración del precio de los alimentos, luego del pico de julio del año pasado, cuando su variación anual llegó a 15,7%. De esta manera, la inflación se encuentra dentro del rango meta como resultado de la disolución de los fuertes choques transitorios de oferta que la desviaron de la meta. Sin embargo, la contribución de los precios de alimentos al descenso de la inflación podría revertirse durante el segundo semestre de este año. Esto ocurriría por un efecto estadístico, ya que la base de comparación de dichos precios es baja. Es de señalar que las expectativas de inflación para diciembre se ubican en 4.1%, y a doce meses en 3,6%.

2. SECTOR EXTERNO

En el frente externo, el precio del petróleo y los términos de intercambio de Colombia para lo que resta de 2017 son un poco más bajos que los previstos a comienzo del año. Sin embargo, siguen siendo mayores que los promedios registrados en 2016. La demanda externa se ha acelerado en los países desarrollados, pero en América Latina se prevé que continúe débil. En este entorno, el déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos se ha venido corrigiendo de manera ordenada. A comienzos del año, el principal factor de corrección fue la caída en las importaciones, pero desde el segundo trimestre se advierte un repunte de los valores exportados.

3. CRECIMIENTO

En materia de crecimiento, la última información del DANE con respecto al segundo trimestre del año indica que el producto creció a una tasa del 1,3% anual, ligeramente superior al incremento del primer trimestre de 1,2%. Aunque esta tasa revela una demanda interna aún débil, sugiere que la economía ya habría tocado fondo y que para el segundo semestre del año se esperan tasas de crecimiento superiores, cercanas al 2,0%. Algunos datos sugieren que el consumo, que representa dos tercios de la demanda agregada, ha mejorado. En todo caso, el crecimiento de Colombia supera el promedio latinoamericano.

Los sectores que impulsaron el crecimiento en el segundo trimestre del año fueron la agricultura, los servicios financieros y los servicios sociales y personales. En contraste, la minería tuvo un decrecimiento pronunciado; una tendencia que comenzó a mediados del 2015 y que se explica principalmente por la caída en los precios internacionales del petróleo. La industria también experimentó una contracción importante, después de que el año anterior registrara tasas de crecimiento superiores al promedio de la economía.

4. POLÍTICA MONETARIA

En este ambiente de debilidad de la actividad económica, los indicadores recientes señalan excesos de la capacidad productiva de la economía, aunque aún hay mucha incertidumbre sobre su tamaño. También es incierta la velocidad de convergencia de algunos indicadores de inflación básica a la meta del 3%, a pesar de que el índice total de precios ya se encuentra dentro del rango meta. Es de mencionar que el nivel actual de la tasa interés real de política es aún contractivo. En este contexto, en su última sesión, la Junta Directiva del Banco decidió bajar la tasa en 25 pb y situarla en 5,5%. Con esta rebaja, entre diciembre de 2016 y julio de 2017, la tasa de interés de política se ha reducido en 225 puntos básicos.

Las tasas de interés del sistema bancario han venido reaccionando a esta baja en la tasa de interés de intervención. Las tasas del crédito preferencial incluso se han reducido más que la tasa de política. También se han dado disminuciones importantes en las tasas de interés de crédito ordinario, microcrédito e hipotecaria. Por su parte, las tasas del crédito de consumo no han reaccionado tan rápidamente. Comparada con otros países de América Latina, la tasa de política se encuentra en un nivel promedio, y se espera que en 2018 sea menor a la de los países latinoamericanos más importantes. 

Bogotá, D. C.