EL GERENTE GENERAL DEL BANCO DE LA REPÚBLICA, JOSÉ DARÍO URIBE, PRESENTA: “Situación actual y perspectivas de la economía colombiana”

1. Crecimiento Económico

En el primer semestre de 2015 la dinámica de la actividad económica mundial ha sido más débil que la esperada. En ese periodo el crecimiento de los Estados Unidos se moderó y la zona del euro y Japón mantienen una lenta recuperación. China se ha desacelerado un poco más de lo proyectado mientras que las grandes economías de América Latina registran crecimientos bajos o negativos e inferiores a los estimados. Estos resultados han incidido en una demanda externa para los productores colombianos más débil que la estimada un trimestre atrás.

El dólar sigue fortaleciéndose y se espera que la Reserva Federal de los Estados Unidos aumente su tasa de interés en el presente año. El precio internacional del petróleo descendió al igual que otras cotizaciones de bienes básicos que exporta Colombia. Esto ha generado una caída en los términos de intercambio, con un efecto negativo sobre el ingreso nacional, y ha contribuido al aumento de las medidas de riesgo del país. Todo esto explica en parte la fuerte devaluación del peso frente al dólar, la cual contribuye a amortiguar parcialmente el efecto negativo de los menores términos de intercambio sobre el crecimiento.

En estas condiciones, el gasto interno de Colombia se está ajustando a la menor dinámica del ingreso nacional. Para el segundo trimestre de 2015, los indicadores de comercio al por menor, de confianza al consumidor y del comercio, de expectativas económicas, de importaciones de bienes de capital y de consumo, muestran que la demanda interna se desaceleró. Con lo anterior y con la evolución observada de la demanda externa de bienes y servicios nacionales, el equipo técnico estima que el crecimiento económico para el segundo trimestre de 2015 habría sido similar al registrado en el primero. Para todo 2015, la cifra más probable se revisó desde 3,2% a 2,8%, contenida en un rango entre 1,8% y 3,4%. Respecto a la proyección de abril pasado, esta revisión obedeció principalmente a menores crecimientos esperados de nuestros socios comerciales, del consumo público y de la construcción de edificaciones.

2.Inflación

En junio la inflación anual al consumidor (4,42%) se mantuvo relativamente estable y el promedio de las cuatro medidas de inflación básica (4,14%) aumentó por noveno mes consecutivo. La menor dinámica en la oferta de alimentos, la transmisión de la depreciación nominal a los precios al consumidor y el incremento en los costos de las materias primas importadas, explican en gran parte la aceleración de la inflación en lo corrido del año.

Las proyecciones del equipo técnico sugieren que a finales de 2015 la inflación estará cerca de los actuales niveles e iniciará su proceso de convergencia a la meta (3%) a comienzos de 2016. Hasta el momento, los indicadores disponibles de expectativas de inflación muestran que los agentes también perciben el incremento de los precios al consumidor como un fenómeno de naturaleza transitoria. Así lo indican las expectativas de inflación de los analistas a uno y dos años, y las que se derivan de los TES a 2, 3 y 5 años, las cuales continúan cerca del 3%.

No obstante, existe el riesgo de que la depreciación del peso y la persistencia de El Niño posterguen la convergencia de la inflación a la meta de manera directa y por la activación de mecanismos de indexación.

3. Decisiones de política monetaria

Según el contexto económico descrito, la inflación se mantiene por encima del límite superior del rango meta y el gasto interno de la economía está ajustándose gradualmente a la menor dinámica del ingreso nacional. Se espera que en el horizonte de acción de la política monetaria los choques temporales de precios se reviertan en un entorno de expectativas de inflación ancladas en la meta. No obstante, existe el riesgo de que movimientos necesarios en un precio relativo, como es la tasa de cambio, desanclen las expectativas de inflación a más de un año o contagien de manera persistente los indicadores de inflación básica, o que el ajuste del gasto no sea en la magnitud compatible con la estabilidad macroeconómica.

En estas condiciones, la Junta consideró apropiado mantener la tasa de interés en 4,5%. La Junta continuará haciéndole seguimiento a la inflación y las expectativas de inflación, al tamaño del ajuste del gasto interno y a su coherencia con el nivel de ingreso de largo plazo, a la sostenibilidad del déficit externo y, en general, a la estabilidad macroeconómica. También reiteró su compromiso de mantener la inflación y sus expectativas ancladas en la meta, reconociendo el incremento transitorio del nivel de precios.

 

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