Informe sobre Inflación - Marzo de 2016

Tenga en cuenta

Los análisis y pronósticos incluidos en este informe son producidos por el equipo técnico del Banco. Es la base principal sobre la cual se realiza la recomendación de política monetaria a la Junta Directiva del Banco de la República (JDBR) y por estas razones no refleja necesariamente la opinión de sus miembros.

Autor o Editor
Hernando Vargas (Gerente Técnico)
Jorge Hernán Toro (Subgerente Estudios Económicos)
Departamento de Programación e Inflación
Carlos Huertas (Director)
Gloria Sarmiento
Adolfo León Cobo (Jefe de Inflación)
Juan Sebastián Amador
Édgar Caicedo
Camilo Cárdenas
Juan Pablo Cote
Daniel Parra
Juan Sebastián Rojas
Julián Pérez (Jefe de Programación Macroeconómica)
Luis Hernán Calderón
Celina Gaitán
Sergio Restrepo
Jhon Edwar Torres

En el Informe sobre Inflación, el equipo técnico del Banco presenta un análisis sobre la economía y la situación inflacionaria y sus perspectivas en el mediano y largo plazo y, con base en él, hace una recomendación a la Junta Directiva sobre la postura de la política monetaria.

Fecha de publicación

En marzo la inflación anual al consumidor fue 7,98% y el promedio de las cuatro medidas de inflación básica se situó en 6,29% (Gráfico A). El aumento de la inflación en el primer trimestre, superior al esperado, en gran medida se explica por el fuerte incremento en los precios de los alimentos, por la transmisión parcial de la devaluación del peso a los precios al consumidor y a los costos de las materias primas; y por la activación de mecanismos de indexación en varios rubros de la canasta familiar, como la educación, la salud y algunos servicios públicos. Las expectativas de inflación de los analistas, a uno y dos años, se sitúan en 4,5% y 3,8%, respectivamente, y las derivadas de los papeles de deuda pública a dos, tres y cinco años se encuentran entre 4,4% y 4,8%. Aunque la transmisión de la depreciación del peso a los precios al consumidor ha sido baja en lo corrido de este siglo, el nivel de la tasa de cambio es alto y puede seguir impactando con rezago las cotizaciones de bienes y servicios importados. De igual forma, se proyecta que la menor oferta de alimentos continúe hasta el segundo trimestre de 2016, fecha a partir de la cual debería normalizarse el clima. En este contexto, si bien ambos choques son de carácter transitorio, pueden seguir presionando al alza la inflación y las expectativas, y continuar activando mecanismos de indexación no deseados.