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En un trabajo reciente de investigación en el que participan Carlos Medina y Christian Posso, investigadores del Banco de la República, se estudian los efectos de largo plazo del programa Familias en Acción (FeA), que es el programa colombiano de transferencias de dinero condicionadas. Este tipo de programas se ha popularizado desde la década de 1990 en países en desarrollo como un instrumento de política económica para mitigar los efectos de la pobreza e inducir a los hogares a tomar decisiones que les permitan mejorar sus oportunidades futuras.

El programa FeA se implementó por primera vez en 2002. En esa ocasión el programa focalizó hogares que vivían en las áreas rurales. En el año 2007 se expandió y comenzó a cubrir a los hogares más pobres que vivían en las áreas urbanas con base en su puntaje en el Sisben (un índice de calidad de vida); a los hogares víctimas de desplazamiento forzoso; y a la población indígena, haciendo elegible a aproximadamente el 20% de la población colombiana.

La expansión urbana del programa que ocurrió en Medellín incluyó dos subsidios. El primero buscaba cubrir sus necesidades de salud y nutrición, y transfería al hogar $50.000 mensuales por cada niño menor de seis años en 2009. El segundo subsidio buscaba promover la asistencia escolar, y transfería entre $15.000 y $40.000 mensuales por hijo entre los siete y los 17 años en 2009. Los subsidios se le trasfirieron a la madre de los niños, sujeto a que ésta presentara las mediciones de peso y talla de los niños menores de siete años, y un reporte de asistencia escolar a por lo menos el 80% de las clases, para los jóvenes a partir de los siete años.

En el análisis se utilizan datos administrativos de Medellín para evaluar los efectos en el largo plazo de la expansión del programa FeA que tuvo lugar a partir del año 2007. Se evalúa el efecto de la expansión sobre el crimen hasta el año 2015, la fertilidad adolescente hasta el año 2016, y el acceso a la educación secundaria hasta el año 2017 y postsecundaria hasta el año 2016. Para estimar el efecto del programa FeA sobre estas variables, se aprovecha la forma cómo el programa se focaliza, con base en el puntaje del Sisben, de manera que solamente aquellos hogares con un puntaje por debajo de un corte bien definido son elegibles. El método de estimación se basa en la comparación de hogares a ambos lados de ese corte para estimar el efecto del programa de manera confiable y robusta.

El Cuadro 1 presenta, en la primera fila, los efectos estimados del programa sobre los hogares, por el solo hecho de éstos ser elegibles, mediante una simple comparación de los hogares inmediatamente debajo del corte de elegibilidad, con los hogares inmediatamente por encima de éste corte. La primera columna muestra que ser elegible al programa reduce la tasa de arrestos en 2,7 puntos porcentuales (pp) respecto a una tasa del 6,2% en la población no seleccionada. Para las mujeres, el programa genera una reducción de 2,3 pp en la fecundidad adolescente (segunda columna), relativo a una tasa de 8,5%. Finalmente, la tasa de deserción de secundaria se reduce en 5,8 pp tanto para hombres como para mujeres (columnas 3 y 4), y para los hombres, la matrícula postsecundaria se incrementa en 1,7 pp (columna 5), sin efectos para las mujeres (columna 6).

 

Cuadro 1. Impacto del programa Familias en Acción sobre crimen, fertilidad adolescente, deserción escolar de educación secundaria, y acceso a educación postsecundaria.

  Crimen Fertilidad adolescente Deserción escolar de educación secundaria Acceso a educación postsecundaria
  (Hombres)
(1)
(Mujeres)
(2)
(Hombres)
(3)
(Mujeres)
(4)
(Hombres)
(5)
(Mujeres)
(6)
Intención de tratamiento  
Coeficiente -0.027** -0.023** -0.058*** -0.058** -0.017* -0.000
RW p-valor [0.026] [0.028] [0.009] [0.011] [0.085] [0.996]
 
Número de observaciones 82,647 80,600 82,647 80,600 82,647 80,600
Media de controles 0.062 0.085 0.616 0.504 0.119 0.146
Notas: *** Significativo al 1 por ciento. ** Significativo al 5 por ciento. * Significativo al 10 por ciento. Los asteriscos están asociados con los p-valores de Romano & Wolf (2005, 2016) y consideran la prueba conjunta de las seis hipótesis. El número de observaciones reportado en el cuadro corresponde al tamaño de la muestra.

 

En síntesis, a pesar de que muchos programas que hacen parte de los sistemas de protección social de los países en desarrollo se diseñan para reducir la pobreza con objetivos de corto plazo, como es el caso de los programas de transferencias condicionadas, esta evaluación presenta evidencia de que sus resultados van más allá de permitirle a los hogares más pobres sortear mejor las coyunturas adversas. En particular, muestra que también incentiva la acumulación de capital humano de sus miembros, y reduce comportamientos riesgosos conducentes a que sus miembros se involucren en actividades delictivas o caigan en embarazos en el período de adolescencia.