Intervención de José Darío Uribe, Gerente General (e) del Banco de la República

Intervención de José Darío Uribe, Gerente General (e) del Banco de la República, en el Debate en la Comisión III de la Cámara de Representantes el miércoles 8 de mayo del 2002

 

Agradezco a nombre de la Junta Directiva del Banco de la República la invitación para analizar con ustedes la evolución reciente de la economía colombiana y sus perspectivas para lo que resta del 2002. 

 

 

I. El 2001 fue un año decepcionante en lo económico en la mayoría de las principales economías latinoamericanas. El crecimiento del producto fue entre 2 y 5 puntos porcentuales inferior a lo inicialmente pronosticado por los analistas económicos a finales del año 2000. 

 

II. La caída generalizada en el crecimiento de todos estos países sugiere la existencia de un choque externo negativo. Los componentes de este choque mas relevantes para el caso colombiano son los siguientes: 

 

a) Un choque a los términos de intercambio, y en particular los bajos precios internacionales del café. Esto último afecta a 500.000 familias, y en Colombia toda crisis cafetera genera caída de ingresos y de la actividad económica. 

 

b) La caída en el crecimiento de la economía de los Estados Unidos, Europa y Japón. Ello afectó la demanda de productos exportados por los países de América Latina. 

 

c) La incertidumbre sobre el futuro de la economía argentina y su efecto sobre el riesgo soberano. 

 

III. Un choque externo negativo con las características descritas deprime el crecimiento de la demanda, el ingreso y el producto. Frente a esta situación y el crecimiento de la economía por debajo de su nivel potencial la política monetaria fue especialmente expansionista. 

 

El crecimiento promedio de la base fue 12,6%. Este aumento es muy superior al crecimiento del PIB nominal, que en el 2001 fue aproximadamente 9%. 

 

Los cupos de liquidez fueron amplios. En promedio la demanda de liquidez del sistema financiero fue bastante inferior a la oferta de cupos de Repos del Banco. 

 

Las tasas de interés de intervención del Banco se redujeron 8 veces. La tasa de las subastas de expansión pasó de 12% en diciembre del 2000 a 8,5% en el mismo mes del año anterior. 

 

El Banco de la República le entregó $ 1,2 billones de utilidades al Gobierno Nacional. 

 

IV. Lo anterior, en un contexto en el cual la inflación se comportó muy bien (terminó el año un poco por debajo de la meta, en 7,7%) permitió: 

 

a) Una reducción en la DTF. De 13,3% en diciembre de 2000 a 11,3% en diciembre del 2001. 

 

b) Menores tasas de interés del crédito. La tasa promedio de colocación cayó de 20,9% a 18,2% y la de consumo de 33,6% a 31,3%. 

 

V. La política monetaria pudo ser expansiva (anti-cíclica) por las siguientes razones: 

 

a) El equilibrio en la cuenta corriente de la balanza de pagos al comenzar el año 2001 y el acceso a los mercados internacionales de crédito por parte del gobierno. 

 

b) El bajo nivel de la inflación y su efecto sobre la transmisión de los movimientos de la tasa de cambio a la inflación. A menor inflación, menor transmisión de la devaluación a la inflación. 

 

c) El menor endeudamiento externo del sector privado y su mayor cubrimiento del riesgo cambiario. 

 

d) La mayor credibilidad de la política monetaria y de la meta de inflación. 

 

e) La reducción del déficit fiscal en los dos últimos años. 

 

VI. La política fiscal no fue contraccionista: 

 

a) Los gastos de funcionamiento crecieron 19,2% en el 2001, año con una inflación de 7,7%. La inversión creció 8,4%, también más que la inflación. 

 

b) El déficit fiscal se redujo levemente (de 3,4% a 3,2%). 

 

VII. La política fiscal no pudo ser más activa por el nivel y rápido crecimiento de la deuda pública en los últimos años, y el (todavía) alto déficit del Gobierno Central. 

 

VIII. La política macroeconómica expansiva no fue suficiente para compensar el efecto negativo del choque externo y acelerar significativamente el crecimiento económico por los siguientes factores: 

 

a) La magnitud del choque externo. Su intensidad fue significativa. 

 

b) Los efectos tanto directos como sobre las expectativas de la intensificación de la violencia. 

 

c) La persistencia del desempleo, y sus efectos sobre la demanda de consumo. 

 

d) El alto nivel de endeudamiento de algunas empresas y familias y su incentivo a pagar deuda en lugar de incrementar su gasto. 

 

En general, la falta de confianza impide la repatriación de capitales y deprime el consumo y la inversión. 

 

IX. Perspectivas para el 2002. 

 

1. La Junta Directiva del Banco de la República ha reducido este año 3 veces sus tasas de interés de intervención, fijando la tasa de subasta de subasta de expansión en 6,25%, cifra que es 2,25% inferior a la vigente en diciembre de 2001. Adicionalmente, ha garantizado un suministro amplio de liquidez, anticipado la compra definitiva de títulos TES y entregado al Gobierno Nacional $1,2 billones de pesos de utilidades. La DTF se encuentra actualmente en 9,5%, la tasa de interés promedio de colocación ha bajado a 16,6% y la tasa activa de consumo se encuentra en 29,1% 

 

2. El gobierno prevé un crecimiento entre 2,5% y 3,0% del PIB para este año. 

 

Factores positivos. 

 

Reactivación de la economía norteamericana. El incremento en los precios internacionales del petróleo. Efecto rezagado de políticas macro del año 2001, de las reducciones en las tasas de interés de intervención del Banco de la República y el suministro amplio de liquidez temporal y permanente. Mejora en los flujos de fondos de empresas y familias por menor costo del crédito. 

 

Factores negativos. 

 

Reducción demasiado gradual del desempleo. Continuación de bajos precios del café, y en general unos términos de intercambio deprimidos (a pesar del aumento en precios del petróleo). Situación en Venezuela (menor crecimiento y fuerte devaluación). Situación de violencia. 

 

Pero lo más importante para la recuperación sería un cambio positivo en la confianza de inversionistas y consumidores. En esto juega un papel fundamental la situación de orden público y eliminar de una vez por todas las dudas sobre la sostenibilidad de la deuda pública. Esto último requiere continuar con el proceso de saneamiento de las finanzas públicas. 

 

3. El Banco de la República prevé una inflación al finalizar el año un poco inferior a la meta de 6%. Lo mismo pronosticaba hace unos meses cuando la Junta Directiva del Banco, presidida por el Ministro de Hacienda, ratificó la meta de 6% para este año. Haber subido la meta de inflación, con análisis técnicos que decían que el 6% era factible, habría sido un acto irresponsable, por su efecto negativo sobre la generación de empleo y la credibilidad de la política económica. 

 

Bogotá, 8 de mayo de 2002