Huila, I trimestre de 2002

Autor o Editor
Edgar M. Obando, Hernando Buendía, Pablo E. Perea, Juan M. Avellaneda, Gustavo A. Hernández, María Y. Almario

DESEMPEÑO MACROECONÓMICO RECIENTE

 

La tasa de inflación anual, medida por el IPC, continuó descendiendo de forma gradual durante al año 2001, ubicándose al final del mismo en 7,65% por debajo de la meta de 8,0% fijada por la Junta Directiva del Banco de la República para ese año. 

 

De acuerdo con los cálculos más recientes del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el crecimiento del PIB real en Colombia en el año 2001 fue de 1,57%. Fenómeno similar ocurrió en el resto de economías latinoamericanas de mayor tamaño. Según las cifras reveladas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el crecimiento real de la región fue de 0,5%. Países del área como México y Perú no crecieron, mientras Argentina se encuentra en medio de una profunda recesión económica. Además, se calcula que Brasil registró un crecimiento positivo del 2,0% y, según el último dato revelado por el Banco Central, el PIB real de Chile, el país de América Latina de mayor crecimiento en las últimas décadas, creció 2,9%. En todos los países las cifras preliminares del comportamiento económico en 2001 son significativamente menores que las esperadas un año antes y han llevado a revisiones hacia abajo en el crecimiento del PIB proyectado para 2002. 

 

La coincidencia de fuertes caídas en el crecimiento del producto en países con economías tan diferentes desde el punto de vista económico y geográfico sugiere que, en parte, las causas del pobre desempeño económico latinoamericano en el año 2001 tienen origen externo. Entre estas causas, las más relevantes son las siguientes: 

 

♦ La fuerte desaceleración de la economía de los Estados Unidos, que redujo la demanda de bienes y servicios provenientes tanto de América Latina como de Asia. Ello afectó negativamente el crecimiento del PIB de países como México, con casi el 80,0% de las exportaciones dirigidas al mercado norteamericano, o Chile, con más del 30,0% de sus exportaciones orientadas al mercado asiático. En Colombia, el efecto fue especialmente fuerte sobre la producción industrial y algunos bienes agrícolas, los cuales en los últimos años habían aumentado de manera significativa sus ventas al mercado americano. 


♦ El deterioro de las condiciones externas que se reflejó en una caída de los precios internacionales del petróleo, en cerca de 30,0% frente al nivel más alto observado en el último trimestre del año 2000, afectando negativamente el ingreso nacional y la situación fiscal de Venezuela, México, Ecuador y Colombia. 


♦ El deterioro generalizado en los precios de los productos básicos originado principalmente en la recesión internacional. Además, influyeron factores específicos de cada mercado. Los precios internacionales del café han caído fuertemente, comparados con los valores promedio observados en la década anterior, como consecuencia del aumento de la producción del grano proveniente de Brasil y Vietnam que ha afectado negativamente las economías de Colombia y algunos países centroamericanos. De igual manera, los precios del cobre han caído, con efecto negativo sobre la economía chilena, y la demanda de carne se ha reducido a nivel mundial por la incidencia de enfermedades del ganado vacuno, contribuyendo a profundizar la recesión de la economía Argentina. 

 

♦ Las menores entradas de capital extranjero que en el pasado exhibían un comportamiento contracíclico al aumentarse cuando estas economías se debilitaban, y viceversa. Sin embargo, ello ya no ocurre en esta forma. Según estimaciones recientes realizadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la inversión extranjera directa en América Latina disminuyó en el 2001. Esto se originó en los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, así como en la menor demanda de productos elaborados por las empresas multinacionales y en el deterioro de la situación financiera de algunas compañías. La inversión de portafolio y el acceso al crédito externo también se han reducido sin que esto se haya compensado con menores costos por la caída en las tasas de interés de largo plazo de la economía de los Estados Unidos.

 

Los efectos negativos de los choques externos se amplificaron en los países por causas internas. En Colombia, los choques externos coincidieron con un deterioro creciente de la situación de orden público, un alto nivel de desempleo, un importante endeudamiento del sector privado, una deuda pública creciente y una fuerte percepción de riesgo del sistema financiero. Todo esto ha debilitado el clima de inversión privada (nacional y extranjera) y dificultado la implementación de una política fiscal anticíclica. Al mismo tiempo, este entorno ha generado temor al gasto por parte de los hogares y disminuido la eficiencia de la política monetaria como mecanismo reactivador de la economía en el corto plazo. Así se explica también el bajo crecimiento de la capacidad productiva potencial de la economía colombiana.