Junta Directiva del Banco de la República presenta primer informe del año al Congreso - Marzo de 2014

El Banco de la República entregó hoy el primer Informe de la Junta Directiva de este año al Congreso de la República. En él se hace un análisis del entorno económico internacional, de los resultados de la economía colombiana en 2013 y las perspectivas para el presente año.

En 2013 la economía global registró un crecimiento alrededor de 3%, similar al observado en 2012 (3,1%). Esta expansión fue liderada por los países emergentes (4,7%), cuyo dinamismo compensó parcialmente el menor desempeño de los avanzados (1,3%). No obstante, durante el segundo semestre este comportamiento parece haber comenzado a cambiar: los indicadores de comercio e industria de los países desarrollados repuntaron mientras que la actividad económica en los emergentes se ha desacelerado. 

El acontecimiento monetario de 2013 se dio a mediados del año ante la posibilidad de un retiro del programa de compras de activos por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed). Este hecho incrementó la volatilidad en los mercados financieros, en especial en los países emergentes: las tasas de largo plazo de los bonos subieron, los precios de las acciones se deterioraron y el dólar se fortaleció. Así, en el segundo semestre de 2013 el peso colombiano presentó una tendencia a la depreciación,  lo cual no fue exclusivo de la moneda colombiana.
 
Para el presente año los analistas estiman un repunte  del crecimiento mundial, fundamentado en la recuperación de las economías desarrolladas y, en menor medida, por el dinamismo de los países emergentes.

En un ambiente económico internacional débil, la economía colombiana creció 4,3% en 2013, tasa algo superior a la registrada en 2012 (4,0%), y cercana al pronóstico del Banco (4,1%). En el Informe se exponen algunas razones que explican este crecimiento satisfactorio, como los buenos niveles de confianza, una liquidez y crédito amplios, las bajas tasas de interés y ciertas políticas gubernamentales. La inversión en construcción de obras civiles y vivienda presentó un buen dinamismo y el consumo final del Gobierno creció a un ritmo importante. El consumo de los hogares se expandió a una tasa del 4,5%. Las importaciones se desaceleraron (principalmente las de bienes de capital y de materias primas), debido, en parte, a la contracción del sector industrial. El menor ritmo de aumento de las exportaciones obedeció tanto a la baja dinámica de la demanda externa así como a los distintos choques de oferta en el sector minero a lo largo del año. Por el lado de la oferta, exceptuando la industria y el transporte, almacenamiento y comunicaciones, los demás grupos presentaron tasas de crecimiento mayores que la del total de la economía. Se destaca la agricultura, que mostró un dinamismo importante, en especial la actividad del café (22,3%). 

El pronóstico de crecimiento del PIB para 2014 presentado en el Informe está en un rango entre 3,3% y 5,3%, con una tasa de 4,3% como más probable, cifra cercana al promedio calculado desde 2001. Una combinación de factores externos e internos contribuiría a lograr este resultado. En el entorno externo, la mejor perspectiva de las economías avanzadas favorecerá la expansión de las exportaciones no tradicionales y fortalecerá  el ingreso nacional del país. En el ámbito local, las acciones de política monetaria realizadas hasta el momento seguirán teniendo  impactos positivos sobre la actividad real, al mantener amplias condiciones de liquidez y facilitar la expansión del crédito. La baja inflación, que se espera converja gradualmente a la meta de largo plazo (3%), continuará beneficiando el consumo de los hogares. Además, la reducción de la tasa de desempleo y el incremento de la confianza del consumidor contribuirían a incentivar el gasto privado.

Durante 2013 el desempeño del mercado laboral fue positivo. La tasa de desempleo presentó una reducción significativa, y al último trimestre registró un promedio de 8,2% para el total nacional y de 9,2% para las trece principales áreas urbanas. Casi la totalidad de los puestos de trabajo generados en 2013 fueron asalariados formales, hecho explicado en su mayoría por la expansión del empleo asalariado calificado, lo que evidencia una mejora en la calidad del mercado laboral. 

En materia de precios, al finalizar 2013 la variación anual del índice de precios al consumidor (IPC) se situó en 1,94%, por debajo del límite inferior del rango meta (entre 2,0% a 4,0%). En el transcurso del año la inflación se mantuvo en niveles cercanos a 2,0%, mientras que el promedio de las medidas de inflación básica se ubicó alrededor de 2,5%. 

Diversos factores, tanto de oferta como de demanda, contribuyeron a mantener el bajo nivel de inflación observado en 2013. En el primer grupo se incluye la reforma tributaria de 2012 (efectiva a partir de 2013), la cual introdujo una reducción de los impuestos indirectos para materias primas y varios bienes y servicios finales. Un segundo factor fue la reducción de tarifas en algunos servicios públicos, lo que, junto a las disminuciones del precio interno de los combustibles, permitió mantener en niveles muy bajos la variación anual de los bienes y servicios regulados. Por otro lado, los precios de los alimentos producidos en el país presentaron aumentos moderados gracias a las buenas condiciones climáticas y a la fase ascendente del ciclo de oferta; a esto se sumaron descensos en los precios internacionales de los productos agropecuarios importados por el país, los cuales compensaron la depreciación del peso. Por último, la estabilidad del precio internacional del petróleo y los descensos en los precios de otras materias primas limitaron las alzas de los costos de producción y transporte.
 
En 2013 la demanda agregada tampoco ejerció presiones alcistas sobre los precios, como resultado de un crecimiento de la economía cercano a su potencial. Adicionalmente, no se registraron presiones de costos salariales, a lo que se sumó la reducción de los aportes parafiscales al ICBF y al SENA, que representan un 5% del salario y que contribuyeron a disminuir los costos de contratación laboral para las firmas.  

Los pronósticos del equipo técnico indican que durante 2014 la inflación anual al consumidor se acercará al punto medio del rango meta de largo plazo (3%). 

Como es inherente al esquema de inflación objetivo, la política monetaria ha mantenido la postura contracíclica que le corresponde, para promover un crecimiento de la economía alrededor de su capacidad potencial y una inflación  en torno a su meta de largo plazo. En este contexto, la JDBR consideró apropiado reducir la tasa de interés de referencia desde 4,25% en diciembre de 2012 hasta un 3,25% en marzo de 2013. Esto ocurrió en un contexto de desaceleración de la actividad económica y con una proyección de crecimiento que se estimaba inferior al de su potencial. Las pocas presiones de demanda, la baja inflación y sus expectativas alrededor de 3% han permitido que, hasta la fecha, la JDBR mantenga inalterada la tasa de interés de referencia en 3,25%.

El recorte de 100 puntos básicos (pb) de la tasa de interés de referencia se transmitió plenamente a las demás tasas de la economía. Ello junto a un crecimiento de la cartera total que se desaceleró en 2013, aunque a tasas que terminaron siendo superiores a la expansión del PIB nominal. En el Informe se advierte que, debido a la normalización de la política monetaria en los Estados Unidos, se pueden crear tensiones en el sistema financiero colombiano por la volatilidad que esta situación puede generar sobre el precio de los activos y las tasas de interés. Sin embargo, también se hace énfasis en que el sistema financiero está en condiciones adecuadas para enfrentar una situación de baja liquidez.

El Banco de la República acumuló reservas en 2013 mediante su programa de subasta de compras directas de divisas por un valor de US$6.769 millones, con el objetivo de mantener un nivel adecuado de liquidez internacional para enfrentar posibles choques externos. Esta ha sido la mayor compra de divisas en la historia del Banco. 

Por último, cabe destacar que el Banco de la República sigue las mejores prácticas internacionales recomendadas por el Fondo Monetario Internacional con respecto a la administración de las reservas internacionales, lo cual significó que en enero de 2014 fuera elegido por la publicación británica Central Banking como “Administrador de reservas internacionales del año”. A diciembre de 2013 las reservas internacionales netas totalizaron US$43.632,74 millones. 

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