Junta Directiva del Banco de la República presenta segundo informe del año al Congreso - Julio de 2014

El Banco de la República entregó hoy el segundo Informe de la Junta Directiva de este año al Congreso de la República. En él se analiza el desempeño de la economía colombiana durante el primer semestre y sus perspectivas para lo que resta de 2014. En este contexto, se explican las decisiones de política monetaria y cambiaria adoptadas durante los últimos meses. De igual forma se examina el entorno internacional y se profundiza en temas de interés tales como el comportamiento de  la actividad económica, el mercado laboral, la inflación, el balance externo, y el sector financiero. Así mismo se discute el manejo de las reservas internacionales y la situación financiera del Banco de la República.

Durante el primer semestre de 2014 la actividad económica global continuó expandiéndose a un ritmo modesto. Esto se explica por un crecimiento de las economías desarrolladas, que aunque ha seguido recuperándose, se mantiene en niveles bajos, y por una pérdida de dinamismo de las economías emergentes, en particular de América Latina.

En el primer trimestre de 2014 la actividad económica de los Estados Unidos registró una caída de 2,1% trimestre anualizado (t.a), lo que significó un notable retroceso frente al cuarto trimestre de 2013, cuando la economía se expandió 3,5% t.a. Para el segundo trimestre se observó una fuerte recuperación, y según el primer estimativo, el PIB creció 4% (t.a.) confirmando las señales positivas que habían mostrado algunos indicadores. Por su parte, el mercado laboral siguió recuperándose hasta alcanzar en junio una tasa de desempleo de 6,1% frente 6,7% al finalizar 2013 y el mercado de vivienda también ha mostrado un mayor dinamismo en los últimos meses. 

En el contexto anteriormente descrito, la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) ha venido desmontando a partir de enero el programa de relajamiento cuantitativo, con recortes de US$ 10 mil millones (mm) de sus compras mensuales de activos financieros cada mes. De continuar este ritmo, hacia octubre de este año dicho programa habrá concluido. Puesto que este retiro ha sido gradual y anunciado con anticipación, los mercados financieros globales, y en particular, los de los países emergentes, no se han visto significativamente afectados.

En la zona del euro, el crecimiento del PIB durante el primer trimestre de 2014 fue de 0,8% t.a., ritmo ligeramente inferior al observado en el último trimestre de 2013 (1,2% t.a.). Esto muestra que la recuperación de esas economías prosigue a un ritmo bastante lento. Por su parte, en las economías emergentes, y en particular, en América Latina se ha observado una tendencia a la desaceleración, donde Colombia ha sido la excepción, como se explica a continuación. 

En lo que resta del año se espera que la recuperación de las principales economías desarrolladas continúe y que el crecimiento de los países emergentes se estabilice a tasas inferiores a las observadas en el periodo 2010-2012. 

La economía colombiana creció en el primer trimestre del año a una tasa anual de 6,4%, superior a lo registrado en el último trimestre de 2013 (5,3%), y por encima de los esperado por el mercado y el equipo técnico del Banco. En el Informe se exponen algunas razones que explican este crecimiento satisfactorio, como el dinamismo de la demanda interna en donde se destacó el impulso originado por la inversión, principalmente aquella relacionada con la construcción de obras civiles, la cual se expandió a una tasa anual de 25,4%. Para este buen desempeño también contribuyó el consumo privado, el cual creció a tasas anuales superiores a su promedio desde 2001. Las exportaciones se expandieron a una tasa menor que la del cuarto trimestre de 2013 como reflejo del pobre desempeño de nuestros principales socios comerciales y las importaciones registraron el crecimiento más alto de los últimos dos años, debido a la mayor demanda de material de construcción y de productos refinados. Desde el punto de vista de las ramas de actividad se destacaron el crecimiento de la construcción y de los servicios sociales, comunales y personales. La actividad industrial mostró un crecimiento positivo, a diferencia del retroceso de los últimos dos años. La minería presentó alguna recuperación, en particular, la producción de carbón y otros sectores como el comercio, el financiero y el agropecuario mantuvieron un fuerte dinamismo en los primeros meses del año. De igual forma, el rubro relacionado con los impuestos presentó una importante expansión. 

El pronóstico de crecimiento del PIB para 2014 presentado en el Informe está en un rango entre 4,2% y 5,8%, con una tasa de 5,0% como valor más probable. Antes de conocerse las cifras del primer trimestre las proyecciones del PIB para el año completo por parte del Banco estaban alrededor de 4,3%. Una combinación de factores externos e internos contribuiría a lograr este resultado. Debido al débil entorno internacional que se prevé para lo que resta del año, matizado posiblemente por un mejor desempeño de la economía de los Estados Unidos, el crecimiento de la economía colombiana dependerá primordialmente del dinamismo de la demanda interna tal como ocurrió en el primer trimestre del año, la cual, según información reciente, podría continuar en el corto y mediano plazos. Por el lado de la oferta, podría mantenerse un patrón similar al observado durante el primer trimestre del año, en el cual la construcción y los servicios sociales, personales y comunales, alcanzaron el mayor dinamismo. Para otros sectores como el comercio, los servicios financieros y los impuestos, también se proyectan tasas de expansión significativas. La reducción de la tasa de desempleo contribuiría a incentivar el gasto privado.

Durante la primera mitad del año el desempeño del mercado laboral continúa mejorando, siguiendo con la tendencia que se viene observando desde hace algunos años. De esta manera, para el trimestre móvil terminado en mayo la tasa de desempleo en el ámbito nacional se ubicó en 9,2% frente a 10% para el mismo periodo de 2013 y de 9,9% para las trece principales áreas urbanas, frente al 10,9% entre los mismos periodos. Entre enero y mayo de 2014, la mayoría del empleo generado ha sido asalariado, mientras que el no asalariado se muestra estancado.

En materia de precios, en el transcurso del primer semestre de 2014 la inflación anual al consumidor tendió a converger al punto medio del rango meta (3,0%) a una velocidad más rápida que la prevista por los analistas del mercado y por el equipo técnico del Banco de la República. Algo similar sucedió con la inflación básica, la cual también aumentó en lo corrido del año aproximándose al 3,0%.

Varios factores explican esta tendencia. El primero de ellos es la reversión de algunos choques de oferta transitorios, tales como unas condiciones climáticas óptimas, que llevaron los precios de los alimentos a niveles inusualmente bajos en 2013. A partir de diciembre esta situación se revirtió y los precios de los alimentos tendieron a normalizarse. Un segundo factor fue la desaparición del efecto bajista producido por la reducción de impuestos indirectos que se llevó a cabo en 2013. En su momento esta medida redujo por una sola vez los precios de varios artículos de las sub-canastas de alimentos y de regulados. Un tercer factor que ejerció presiones al alza sobre los precios fue el aumento de la tasa de cambio entre el segundo semestre del año pasado y marzo de 2014. Pese a que se ha dado una apreciación del tipo de cambio a partir de abril, hacia finales de junio ésta aún no se había trasmitido a los precios del consumidor. El aumento de la inflación en  la primera mitad del año también resulta coherente con la aceleración de la demanda interna, hecho que se observó en las cifras del PIB del primer trimestre. De otra parte, aunque la tasa de desempleo continúa disminuyendo, los salarios aún se ajustan a tasas relativamente bajas y compatibles con la meta de inflación. Por ello, las presiones sobre los precios provenientes de los costos laborales se mantuvieron bajo control en la primera mitad del año.

Para el segundo semestre del año el equipo técnico del Banco pronostica un aumento adicional de la inflación anual al consumidor, que la situaría ligeramente por encima de la meta de largo plazo (3,0%) debido al incremento en los precios de los alimentos y regulados, como resultado de la normalización de los choques de oferta del año pasado, así como los efectos de un posible fenómeno de El Niño, que aunque se espera sea de intensidad moderada, podría tener incidencia sobre los precios de los alimentos y la energía hacia finales del presente año y durante 2015. De otra parte, en un horizonte un poco más largo, de mantenerse el dinamismo de la demanda interna y la progresiva reducción de la tasa de desempleo, se podrían acentuar las presiones de demanda sobre los precios. En este contexto, de presentarse un episodio de depreciación, se observaría una transmisión más fuerte de la tasa de cambio a la inflación. Lo anterior podría Agudizarse si el fenómeno de El Niño presiona al alza las expectativas de inflación.

La cartera de crédito bancario ha venido mostrando un dinamismo creciente, lo cual se explica por la mayor demanda de crédito asociada con el buen desempeño de la actividad económica. Es así como en junio de 2014 el saldo de la cartera bruta del sistema financiero presentó una variación anual de 15,7% y su saldo a final de dicho mes ascendió a $280.786mm.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, la Junta Directiva del Banco de la República decidió emprender oportunamente una reducción progresiva del estímulo monetario que venía recibiendo la economía, con el fin de mantener la inflación ajustada a la meta de largo plazo. En el segundo trimestre de 2014 aumentó la tasa de interés de política en 75 pb, de un nivel de 3,25% en marzo a 4,0% en junio, cambio que se está trasmitiendo paulatinamente a las demás tasas de la economía .

Respecto a la política cambiaria, el Banco de la República continuó con el programa de compra de dólares en el mercado cambiario. En la sesión de marzo de 2014, la JDBR decidió seguir acumulando reservas internacionales, al anunciar compras entre abril y junio hasta por US$1.000 millones (m).  Posteriormente, en la sesión de junio de 2014, decidió incrementar el monto del programa de compras de reservas internacionales durante el tercer trimestre del año para acumular hasta US$2.000 m entre julio y septiembre. 

Este Informe presenta también la evaluación hecha por el Banco de la exposición de los principales intermediarios financieros a los riesgos en los mercados de TES y de crédito, al igual que al riesgo de liquidez. Al respecto destaca que en lo corrido de 2014 la tenencia de TES del sistema financiero aumentó, a pesar de lo cual las posibles pérdidas que podría enfrentar en un horizonte de un día se redujeron respecto a las de 2013. En el mercado de crédito, tanto los indicadores de mora sin y con castigos como el indicador de calidad presentaron un leve deterioro. Por su parte, el indicador de liquidez sugiere que el sistema financiero cuenta con los recursos líquidos para atender de forma suficiente sus obligaciones de corto plazo. 

En el primer trimestre de 2014 la economía colombiana registró un déficit en la cuenta corriente de 4,6% del PIB trimestral, el cual fue superior al del mismo periodo del año anterior (3,6% del PIB trimestral) que se explica por la caída del valor de las ventas externas del país  y por un incremento de las importaciones, jalonadas por el crecimiento del PIB. Como resultado, durante este periodo se produjo un déficit comercial de bienes que alcanzó un valor de US$249 m, en contraste con el superávit de US$708 m obtenido un año antes. Este saldo negativo fue compensado parcialmente por una reducción en el déficit de renta de los factores, dada la menor remisión de utilidades, principalmente de las actividades minero-energéticas, transporte y comunicaciones y establecimientos financieros. Para el 2014 se prevé un déficit en la cuenta corriente entre 3,8% y 4,2% del PIB, lo que significa una ampliación frente al déficit registrado en 2013 (3,3% del PIB).

Las reservas internacionales netas a junio de 2014 totalizaron un valor de US$45.502 m, cuantía superior en US$1.869 m al saldo registrado en diciembre de 2013. Este nivel de reservas ofrece una protección significativa a la economía en caso de choques externos inesperados, tal como se evalúa en el Informe a través del cálculo de diversos indicadores de liquidez financiera internacional. Cabe destacar que el Banco de la República sigue las mejores prácticas internacionales recomendadas por el Fondo Monetario Internacional con respecto a la administración de las reservas internacionales.

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