Global Risk Appetite and EMBI‑Colombia: Evidence on a Structural Break and the Fiscal Policy Role

Keep in mind

Cuando nos lea, tenga siempre presente que el contenido de nuestros artículos, así como los análisis y conclusiones que de ellos se derivan, son exclusiva responsabilidad de sus autores. El material divulgado en nuestra revista ESPE no compromete ni representa la opinión del Banco de la República ni la de su Junta Directiva.

Autor o Editor
Juan Manuel Julio
Ignacio Lozano
Ligia Alba Melo

This paper shows that the Colombian sovereign risk (EMBI‑Colombia) is mainly determined by international investors’ risk appetite, whose response is non‑linear and depends on the government fiscal stance. It is also shown that the relationship between these variables experienced an important structural break in the second half of the 2000’s, apparently associated to the global financial crisis and the improvement in the local macro‑fundamentals. The consequences of these findings might be particularly important for this country, as they help to explain both the lower financial costs of public debt as the local market less uncertainty to external shocks, which have been observed in recent times.

En el presente artículo se expone que el riesgo soberano de Colombia, el EMBI (por sus siglas en inglés, Emerging Markets Bond Index), es decir, el principal indicador del riesgo país, está determinado sobre todo por el apetito de riesgo del inversor internacional, cuya respuesta es no lineal y depende de la actitud fiscal gubernamental. También pone de relieve que la relación entre estas variables experimentó un importante cambio estructural en la segunda mitad del año 2000, en apariencia, asociada a la crisis económica mundial y a la mejora de los indicadores macroeconómicos locales. Las consecuencias de los hallazgos del presente estudio pueden ser de particular importancia para este país, ya que contribuirán a explicar tanto los menores costes financieros de la deuda pública como la menor incertidumbre del mercado local a las sacudidas y contratiempos externos, según se ha observado en los últimos años.